(lolium rigidum)

campo vallico

De la familia de las gramíneas, el vallico está considerado como una de las principales “malas” hierbas de los campos tanto para los cultivos de secano (cereales, frutales, viñedos…) como para las parcelas de regadío en nuestra comarca agraria de Esla-Campos; destaca su alta capacidad de ahijado y su rusticidad, convirtiéndose en un grave problema para los cultivos si no se controla a tiempo por medio de adecuados herbicidas: puede infectar los cultivos con la consiguiente pérdida de rendimientos; también prospera en las cunetas y márgenes de las parcelas. Es una planta anual de 10 a 60 cm de altura; la época de germinación está entre el otoño y el invierno mostrando en cereales su mayor nascencia durante el otoño; la floración entre mayo y julio; su tallo liso y glabro; las hojas verde oscuro, haz acanalado, envés brillante; inflorescencia: espiga con eje flexuoso, eje de la inflorescencia liso; espiguillas simples; frutos oblongos, canaliculados; ausencia de aristas en las semillas.

Por su valor forrajero es una planta muy utilizada tanto en praderas como en el césped; es un cultivo con buen crecimiento otoñal, si las lluvias de la estación acompañan; se obtiene un forraje de buena calidad: sus contenidos de proteína bruta son altos pudiendo oscilar alrededor del 25% cuando la planta está en estado hojoso y del 14% en el encañado; su cultivo como pratense se ha extendido a diversos países de clima mediterráneo; se suele sembrar en cultivo puro o en mezclas, en terrenos de secano o de regadío; formas de aprovechamiento: empleado en pastoreo o para siega.