Según la Historia de Benavente antes de la batalla de Mato (812), que tuvo como escenario el lugar llamado actualmente La Cruz del Campo, ya existía devoción a la Virgen de la Vega en un edificio levantado sobre una villa romana en el término de Cimanes de la Vega. Villafer acude en romería, por derecho, a esta cita religiosa.
La fecha de celebración ha ido cambiando; parece que la fiesta primitiva se celebraba el lunes después del 2º domingo de Resurrección; posteriormente se trasladó al 8 de setiembre; a principios del siglo XX decayó el fervor mariano de los pueblos comarcanos: solo Benavente celebraba la fiesta. En 1924 el alcalde de esa villa Francisco Gay convocó para el día 27 de abril a los ayuntamientos y párrocos, como autoridades civiles y eclesiásticas representativos de Benavente, San Cristobal, Santa Colomba y San Miguel del Esla, Matilla de Arzón, Cimanes de la Vega, Bariones y Lordemanos, Villaquejida, Villamandos, Villafer y Campazas. Se reunieron en la Sala Capitular de Benavente y por unanimidad acordaron recuperar la práctica antigua del Novenario en el Santuario de la Virgen de la Vega teniéndola por patrona y se comprometieron a seguir celebrando la romería todos los años según la tradición y el Reglamento.
También la forma de celebración ha sido diversa a lo largo de los siglos; seguramente hasta el siglo XVII todos los pueblos mencionados anteriormente iban al Santuario; probablemente a partir de esa fecha la Virgen recorría los distintos pueblos: se organizaba una procesión por el pueblo que entregaba la Virgen y otra por la localidad que la recibía: el intercambio lo hacían en las lindes; el último día todos los pueblos acudían al Santuario; como se ha señalado anteriormente en 1924 se retomó la antigua costumbre; actualmente se celebra por cada pueblo en la ermita durante el Novenario: a Villafer le corresponde la romería el primer domingo de mayo. El segundo domingo es el día de la gran romería protagonizada por los anfitriones: los vecinos de CIMANES DE LA VEGA
El lugar de celebración está a 3 km de Villafer; parte de los cimientos y muros de la ermita románica actual datan del siglo X; al padecer en el XIII se hizo una gran reforma dividiendo el cuerpo de la iglesia en tres naves con sus arcos, columnas y bóvedas como existe actualmente; en el XIV se adosó al cuerpo de la iglesia el pórtico de entrada con arcos de línea ojival; durante el XVI acometieron una última reforma: se agrandó el crucero (rematado por una cúpula ovoidal con cuatro ojos de buey) y el ábside de la nave central; levantaron una sacristía embovedada, adosada al ábside y se construyó una torre cuadrada de piedra labrada en la parte norte del Santuario.
Según Gómez Moreno el Retablo del altar mayor es estilo Berruguete, con calles de grotescos, trofeos, pedestales, columnas y orejeras y las armas de Pimentel y Enríquez dentro de coronas. La imagen de la Virgen, anterior al siglo XII, es una talla románica de madera en posición sentada de 80 cm. de altura y 30 la base de la peana; tiene al Niño sobre las rodillas: las andas son del XVI al XVII, de madera, rematadas con un pelícano, en su cúpula sostiene cuatro columnas.
La Casa del ermitaño está ubicada frente a la entrada del Santuario; las funciones de inquilino eran custodiar los graneros (cobraba en especie o en dinero las cuotas de los cofrades) y limpiar el Santuario; el edificio se destruyó en 1958 para construir en su lugar la actual Casa de Peregrinos.
Nota: nos hemos basado en los datos que aportó quien fue párroco de Cimanes de la Vega D. Amador Llamas en la publicación “Santuario de la Virgen de la Vega”.