Dentro de las ocupaciones propias de los agricultores, los grandes productores de alimentos, señalamos el deseo de conocer la composición química de su explotación; extraen muestras de los suelos para enviarlas a un laboratorio; los resultados, a veces, señalan que se debe corregir la acidez, elevando el pH. Para solucionar el problema se recomienda el encalado de los suelos por medio, fundamentalmente, de cal dolomítica y de cal agrícola; esta aportación de cales, al equilibrar el pH, sirve para mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos tratados, influye en la disponibilidad de nutrientes para las plantas, reduce la toxicidad de algunos elementos minerales, mejora la efectividad de ciertos herbicidas y aporta calcio, magnesio, sobre todo la dolomita, y otros nutrientes minerales.
Mostramos distintos momentos del encalado durante el mes de febrero y marzo en el campo de Villafer.
