Durante estos primeros años del siglo XXI se ha seguido buscado una alternativa a los combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón); la solución pudo estar en el uso de las llamadas energías renovables; una de ellas es la biomasa que consigue obtenerlas fundamentalmente de industrias de 1ª y 2ª transformación de productos agrícolas y forestales, residuos de explotaciones ganaderas… y de cultivos implantados con el único objetivo de producir biomasa, por ello se les denomina cultivos energéticos.
La Unión Europea en el Libro Blanco de las Energías Renovables (1998) impulsó estas energías; estableció la meta de producir para el 2010, como mínimo, un 12% de la energía de la UE con fuentes renovables. En España el Plan de Energías Renovables (2005-2010) preveía que la biomasa constituyese en torno al 47% de la energía renovable en el 2010.
Con estas perspectivas algunos arrendatarios foráneos plantaron tres fincas de chopos (unas 20 ha) en el terrazgo de la localidad y en la finca lindante de Castrillino (alrededor de 320 ha). En estos terrenos hace 4 años, como cultivo alternativo a los de siempre, se hizo una plantación mecánica de estaquillas de chopo con gran capacidad de enraizamiento, alta densidad de plantas y turnos de producción cortos, con orientación a la biomasa; lo regaron a goteo (bajo caudal y alta frecuencia) con el sistema automatizado en funcionamiento en Villafer y Castrillino desde el 2008. Este año ha tocado cortar el primer turno en la estación en que la planta está todavía en parada vegetativa; alcanza su protagonismo una cosechadora cortadora-astilladora provista de un cabezal modificado y adaptado al chopo, capaz de cortar plantas de unos 14 cm de diámetro a una altura de 15 cm del suelo; cada vuelta siega una sola fila. Las astillas de unos 4 cm de longitud se transportan, en principio, a un almacenamiento exterior, posteriormente se convertirán en pellests para calderas de combustión. En la actualidad el Plan de Acción Nacional de Energías Renovables 2011-2020 limita la importancia de esta fuente de energía en la relación total.
Por muchos motivos esta experiencia de cultivo alternativo ha tenido un corto recorrido: esas cepas de 15 cm de altura ya no producirán vigorosos rebrotes porque no se les dejará cumplir más turnos de segado; serán arrancadas y sus tocones desaparecerán de las parcelas que volverán a producir cultivos tradicionales (maíz, remolacha, forrajes, girasol…). La totalidad de las hectáreas mencionadas como productoras de cultivos alternativos han tenido una corta vida pues su muerte estaba anunciada.
Mostramos imágenes de una parcela en una ladera de “Las Calabazas” en el momento de la primera y única recolección del chopo como cultivo energético.