(aegithalos caudatus)
Habitual en la ribera del Esla el mito , unos 10 gramos de peso, es precoz en la reproducción. La pareja que mostramos empleó tres semanas de marzo para confeccionar el nido aprovechando la bifurcación de las ramas de un árbol próximo al río. El acarreo de materiales fue constante: musgo, lana, crines y plumas en el interior; en la parte externa líquenes como camuflaje: el resultado es esa bolsa elástica y resistente de 15 cm de altura por 10 de ancho con un pequeño orificio circular en la parte superior como entrada. De sus blancos-amarillentos huevos eclosionaron las crías que contemplamos cómo reciben de sus padres rápidas cebas sin descanso a principios de mayo. Sus progenitores alejan las bolsas fecales de las proximidades del nido por higiene y para no dar pistas a depredadores.