(lanius excubitor)
El alcaudón es el único paseriforme con aspecto y costumbres de rapaz. El real es el mayor de los alcaudones. Las partes superiores de su cuerpo son gris-pizarra y las inferiores blancas o rosadas; bandas negras sobre los ojos y mejillas; alas negras con estrecha franja blanca; enorme cabeza, el pico negro, acabado en gancho, es fuerte y está diseñado para desgarrar las presas; patas negruzcas, cola larga. El alcaudón real pesa alrededor de 65 gramos y su longitud se aproxima a los 26 cm. Su corto vuelo es ondulante, con pequeños y fuertes aleteos en ascenso.
Su hábitat lo constituyen los campos de cultivo, terrenos abiertos y baldíos salpicados con árboles, arbustos y matorrales. La pareja defiende su pequeño territorio que otean desde numerosos posaderos: postes, cables y ramas. Su canto es un trino seco, con tonos agradables audibles a mucha distancia. Anida en matorrales o árboles acarreando hierbas, raíces y plumas toscamente entremezclados. Suele hacer una sola puesta de 5 a 7 huevos; las crías son nidícolas.
Se alimenta de insectos, aves, lagartijas, topillos, musarañas y ratones de campo; no desdeña la carroña y el pillaje de nidos: regurgita pelos, huesos y plumas en forma de pequeñas egagrópilas. Para capturar pajarillos como jilgueros, pardillos, carboneros o gorriones imitan sus cantos y llamadas atrayendo a las víctimas confiadas. Como ni su pico ni sus patas están preparadas para desgarrar las presas las ensarta en matas espinosas o en alambres con púas; en estos lugares dispone de una abundante despensa en su territorio.
En nuestra zona además del alcaudón real, que es sedentario, nos visita en época de cría el alcaudón común (lanius senator).
