(populus alba)

ribera alamo

Configura formaciones dominantes: alamedas; tiene un comportamiento más termófilo que los chopos; soporta bien el calor extremo y la sequedad ambiental siempre que el suelo permanezca húmedo; puede aparecer fuera del entorno fluvial siempre que tenga asegurada humedad en sus raíces; se reproduce bien a partir de los rebrotes de raíz y con dificultad a partir de estaquillas de las ramas. Es una especie caducifolia de ribera propia de los tramos medios de los cursos fluviales; el álamo puede sobrepasar los treinta metros de altura, copa amplia de forma cónica y algo irregular; de carácter colonizador, presenta un crecimiento rápido a razón de un metro anual en los veinte primeros años; corteza lisa grisácea, fisurada, más oscura en la base con cicatrices negruzcas de antiguas ramas; hojas alternas, con peciolos largos, de color verde oscuro por el haz; en el envés cubierto de un fino fieltro de color blanquecino o ceniciento; las hojas de los brotes largos presentan forma palmeada y peciolos más cortos; las ramas jóvenes y las yemas están cubiertas por un fino vello blanco: las flores masculinas son grandes y rojizas en amentos colgantes, las femeninas de color amarillo verdoso sobre pies separados; florece en nuestra zona entre marzo y abril diseminando los frutos en cápsula bivalva al cabo de un mes; su sistema radicular es fuerte con numerosas raíces secundarias largas que emiten multitud de renuevos.

Su presencia asegura un alto valor faunístico en las riberas al ser lugar de nidificación y refugio para oropéndolas, picos picapinos, mochuelos, quirópteros, milanos…; las raíces   son agresivas por lo que debe descartarse su plantación cerca de construcciones; se usa en imaginería, para curtir, teñir, carpintería, pasta de celulosa, paneles, embalajes, contrachapeados, cerillas.