(thymus mastichina)
Mata arbustiva erecta y ramificada, de fuerte aroma que puede alcanzar medio metro de altura; sus hojas son elipsoides o lanceoladas, opuestas y de un color verde que palidece con el tiempo; sus flores, blancas, se apiñan en densas inflorescencias globulares; el cáliz muy tomentoso con lóbulos rígidos y algo espinosos en la punta; la corola, más corta que el cáliz, es blanca y de estambres salientes; florece de mayo a julio. El olor tan agradable se debe al timol o derivados de éste; prospera en terrenos secos, arenosos y pedregosos con suelos ácidos y sueltos.
Los usos del tomillo blanco tradicionalmente han sido múltiples; de las flores se extrae aceite esencial indicado para toda clase de pieles y su fragancia se utiliza de forma comercial en jabones, detergentes, perfumes y en la mezcla con otras hierbas de baño por sus propiedades antisépticas y desodorantes; como aromatizante de pastas dentífricas; en forma de infusión o inhalación se emplea para combatir resfriados, gripe y otros afecciones de las vías respiratorias; como vulnerario en uso externo con decocción concentrada; es condimento de guisos de carne como saborizante y sirve para aliñar aceitunas; es planta melífera; en algunas comarcas, en manojo, se usaba para tapar las aberturas superiores de los toneles de vino; en nuestro entorno se llevaba a los palomares para que las palomas hicieran sus nidos; también como planta ornamental ya que el período de floración es largo y desprende un aroma agradable; tiene importancia en la protección del suelo.
