(hypericum perforatum)

campo pericon sanjuan

Se trata de una hierba perenne de rizoma corto y subterráneo; tallos erguidos y leñosos; puede llegar a medir 80 cm de alto; las hojas, opuestas, carentes de peciolo, alargadas, enteras y con la superficie recubierta de minúsculos puntos glandulares traslúcidos, bordes punteados de negro; lo de perforatum proviene de que sus hojas tienen muchos agujeritos visibles al trasluz; flores pedunculares que se agrupan en apretados ramilletes terminales; 5 sépalos estrechos y 5 pétalos libres, extendidos, de color amarillo dorado intenso; en el centro emerge un grupo de estambres parduscos, soldados por la base en 3 grupos; florece entre abril y octubre; fruto en cápsula cónica u ovoide. El pericón lo podemos encontrar en cunetas, entre matorrales, prados no muy húmedos, tierras abandonadas frescas…

La hierba de San Juan ofrece numerosas posibilidades de aprovechamiento medicinal tanto interno como externo: curación de hematomas, llagas, heridas, quemaduras, bronquitis, asmas…; las sumidades floridas en infusión al 5% se emplean para uso tópico y la infusión al 2% para uso interno; se obtiene el aceite del pericón al macerar la planta fresca en aceite de oliva y se aprovecha como astringente, antiséptico y vulnerario; otro uso actual es como antidepresivo; presenta una acción antibacteriana e hipotensora; se ha empleado como antidiarreico (taninos), diurético (flavonoides), contra la enuresis, el reumatismo y la gota. En ocasiones se utiliza como aromatizante o colorante de licores y para elaborar el llamado “licor de hipérico” que se considera muy digestivo; las hojas y los frutos se han empleado como sucedáneos del té.