(chenopodium album)
Planta anual, puede alcanzar 150 cm. de altura, aspecto farináceo (como si hubieran espolvoreado harina sobre ella), tallo con estrías verdes, a veces de color rojo; hojas pecioladas, alternas, algo carnosas, su forma semeja al pie de un pato, de ahí su denominación científica pues “podium” significa pie pequeño. Florece entre mayo y noviembre; las pequeñas flores, en forma de bolas apretadas, forman racimos; los frutos son semillas negras, brillantes -una sola planta puede producir unas diez mil semillas-; la raíz es rígida y ramificada. Crece en zonas ruderales (aparece en hábitats alterados por la acción del hombre como bordes de caminos, campos cultivados de secano o de regadío, viñas…). Agradece los suelos ricos en nutrientes y algo ácidos.
El hombre ha sacado provecho de esta planta invasora. Con sus hojas se pueden preparar potajes, en otros tiempos se cultivaba como verdura y como condimento; en algunos lugares de España se mezclaban sus granos con los de centeno para elaborar pan; aporta las siguientes sustancias minerales: calcio, magnesio, fósforo y hierro; se ha comprobado que contiene más hierro, proteínas, vitamina B2 y vitamina C que las espinacas y el repollo. La medicina popular utilizó sus hojas, tallos y raíces para tratar la bronquitis y como complemento alternativo de la tuberculosis; en aplicación externa puede curar las heridas; ha servido como laxante. La planta entera del cenizo se utiliza para teñir la lana de color amarillo (con mordiente de alumbre), amarillo ocre (si se emplea dicromato potásico) o amarillo intenso (si es usado cloruro de estaño).