Después de las abundantes precipitaciones nocturnas (30 l/m2) de las primeras horas del día del Pilar este ejemplar de zorro (vulpes vulpes) abandona la protección del maíz al sentirse incómodo con los hoyos de los surcos rebosantes de agua y se entrega al juego, el olfateo, rastreo, el revolcón y el trote a campo abierto en una mañana plomiza en parcelas del pago conocido como “Los Garbanzales”; al final el raposo retorna al maizal donde pasará desapercibido durante el día…; con el desvede del 25 del presente mes deambulará en alerta permanente.