Durante el último año y medio han estado repicando constantemente en nuestros oídos miles de veces palabras como aislamiento, alto riesgo, antibióticos, anticuerpos, aplanar la curva, asintomático, brote, confinamiento, contagio, covid-19, cribado, cuarentena, curva de contagio, desinfectante, diagnóstico, disnea, distanciamiento social, efectos secundarios, epidemia, epidemiólogo, estado de alarma, fallecimiento, fiebre, gel, incidencia acumulada, infección, infodemia, inmunidad, inmunidad de rebaño, mascarilla, medidas restrictivas, OMS, paciente cero, paciente de alto riesgo, pandemia, pangolín, período de incubación, persona vulnerable, portador, primera dosis, protocolo, prueba PCR, residencia de ancianos, resiliencia, respirador, segunda dosis, síntomas, tasa de letalidad, tasa de mortalidad, transmisión, UCI, variante alfa, v. beta, v. gamma, v. épsilon, v. delta, ventilador, virus, vulnerable, Wuhan.
Significan para todos duras realidades que nos fueron haciendo invisibles como si una densa y fría niebla se apoderase de las personas, provocando nostalgia y ausencias e hiciese desaparecer la totalidad del pueblo.
Pero se puede salir de esta situación como ya hicieron nuestros mayores hace un siglo. Los Libros de las Actas de Sesiones del Ayuntamiento de Villafer (fuente de nuestra información) reflejaron la realidad sanitaria de la epidemia de gripe de 1918 a 1919 en la localidad. En setiembre de 1918 el Alcalde buscó médico para que "... se encargue de la visita durante la epidemia de la gripe y mientras continúe enfermo el titular pues es gran número de enfermos que carecen de la asistencia" y un mes más tarde firmó un contrato con D. Teodomiro Cano de asistencia médica a los pacientes de Villafer.
1956. 1. Trillas en las eras 2. La Panera 3. Antiguo trinquete, con paredes de adobe y suelo de tierra 4. En lo que luego sería la calle del Calvario aún no había ninguna edificación
Los habitantes del pueblo disfrutaron en la primera mitad del siglo XX del baile público todos los días festivos de cada año. Siempre el mismo escenario: la plaza y siempre idéntico horario: desde la salida del rosario hasta la puesta del sol; si el día estaba lluvioso se suspendía. Ayuntamiento y músicos firmaban un contrato anual de baile público que incluía los honorarios por las actuaciones y precisaba que el pago se haría por trimestre o semestre vencido; esas cantidades se consignaban en los presupuestos municipales ordinarios. La Fiesta de San Roque "... fiesta que de tiempo inmemorial se viene celebrando en esta localidad..." estaba incluida en cada contrato anual.
Los instrumentos empleados por los músicos fueron diversos. Los primeros que se señalan en los Libros de Actas del Ayuntamiento de Villafer fueron el organillo de manubrio ( manubrio o chinganillo) y la dulzaina; su sonidos se alternaron durante años. El músico local D. Tomás Rodríguez actúo en los festivos de los años 1925, 1928, 1930 tocando el organillo de manubrio con una asignación anual de 400 ptas. En diciembre de 1930 el Alcalde comunicó al Consistorio que "...la mayoría de los mozos y varios vecinos le han solicitado verbalmente que para el baile público se adquiera dulzaina y que se suspenda el manubrio". Decidieron que para el año siguiente tocase una dulzaina y autorizaron al Alcalde la firma de un contrato que no excediese de 500 pts.; el músico D. Gaudencio Giganto Pérez firmó ese contrato para tocar la dulzaina por la cantidad de 485 pts.
A partir de la década de los treinta las Actas mencionan la singularidad de la Festividad de San Roque. Los dulzaineros amenizaron la fiesta patronal según consta en el Acta 17 de octubre de 1931 "...el vecino Andrés Pérez Parrado reclamó 20,24 pts. de gastos verificados con los dulzaineros en manutención los días de la fiesta de San Roque"; aparece, pues, un nuevo capítulo de gastos: la manutención de los músicos. En agosto de 1934 acordaron que el Alcalde "... visite a los señores de los manubrios y les requiera para que los días 16 y 17 del actual procedan a tocar en la plaza pública por las tardes, y se abstengan de hacerlo en los salones a esa hora, y de infringir tocar en los salones por las tardes les impondrá la multa de quince pts.". Hay que aclarar que en el siglo XX surgieron en Villafer varios salones de baile, sostenidos por sociedades privadas que fueron capaces de crear un espacio fundamental para la socialización del pueblo pues la vida lúdica de los salones, junto al baile, la complementaban con representaciones teatrales y con juegos de cartas. Una Ley publicada ya en 1887 obligaba a los asociados a contar con unos Estatutos que debían de presentar ante el Gobernador Provincial y con un Registro de todos los asociados.
En las Fiestas patronales de 1947 y 1948 acordaron contribuir con 125 pts. para ayudar a los dulzaineros y en de julio de 1949 decidieron "... facultar al Teniente Alcalde para realizar las gestiones necesarias para conseguir que la fiesta de San Roque sea amenizada con la dulzaina".
En agosto de 1950 en el capítulo de Pagos se escribe: "... satisfacer a D. Isidro Valdueza la cantidad de 550 pts. por los servicios prestados de música con su orquesta durante la celebración de la festividad de San Roque"; en julio de 1951 volvieron a la dulzaina para amenizar las fiestas por 500 pts. Al año siguiente ingresaron a Jesús Cuende y José Herrero 690 en concepto de honorarios. En julio de 1953 nombraron una comisión "... para realizar las gestiones"; los gastos ascendieron a 1000 pts.; en el mismo mes de 1954 abonaron a la orquesta 1.100 pts. En julio de 1955 decidieron amenizar la fiesta con orquesta por 1.430 pts.; en octubre de 1956 pagaron por la actuación de la orquesta y suministro de cohetes 1.377 pts.". En 1957 abonaron a Manuel Rodríguez, orquesta Franganillo, Teresa Villar y al Alcalde 4.616 pts. importe de una sesión de fuegos artificiales, actuación y hospedaje de los componentes de la orquesta y reintegro de gastos de la Fiesta de la Virgen de la Vega. En el concepto de Pagos en octubre de 1958 "... a Antonio Rivera y Orquesta Prada, gastos fiestas San Roque, 1.123 pts.". En diciembre de 1959 pagaron también 1.872 pts. más los gastos e invitaciones a autoridades en la fiesta de San Roque, 1.293 pts.
En julio de 1960 la Corporación decidió "...celebrar la fiesta de San Roque con banda de música, cohetes y verbena y conceder para la tirada al plato una copa y mil pts."; en el mismo mes de 1961 entregaron a la orquesta 2000 mil pts. libre de alojamiento y demás gastos tradicionales; en julio de 1967 acordaron celebrarla según la costumbre tradicional y en julio de 1968 decidieron celebrar las Fiestas Patronales aportando para gastos de las mismas la cantidad de 6.500 pts. En julio de 1970 llegaron al acuerdo de abonar la cantidad de 7.000 pts. para pago de la orquesta de las fiestas, con la obligación de que tocase en la plaza para el público hasta las once de la noche pudiendo a partir de esa hora retirarse para pista o salón que designase la juventud.
En el siglo XXI varían los escenarios del baile, se contrata un generador, sigue habiendo fuegos artificiales, juegos para niños, parrilla, cross del Teso de la Mora como puede comprobar en las siguientes imágenes.
Dos protagonistas han estado presentes acompañado fielmente a los habitantes de Villafer durante las Fiestas Patronales de San Roque en estos 120 últimos años: el emblemático Chopo Centenario y el padre Esla. El primero ha percibido la celebración en las explosiones de los cohetes, el fuerte sonidos de las verbenas y el jolgorio festivo de la juventud de varias generaciones. El Esla ha sentido con mayor proximidad esas mismas realidades y se ha convertido en escenario de reuniones, comidas, encuentros, celebraciones acuáticas, vivencias ...
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" ¡Líbranos de peste y males, Roque santo peregrino!"