(erithacus rubecula)
Los ingleses lo consideran como el ave nacional; destaca en el folclore británico y francés; mide catorce cm. de longitud y pesa unos dieciséis gramos; los sexos son morfológicamente parecidos; aspecto rechoncho: partes superiores de color marrón, pecho de vivo color anaranjado, vientre grisáceo, pico (fino) y ojos de color negro, cuellicorto. En invierno los machos y las hembras tienen territorios separados. Su vida media está en torno a trece meses como casi todas las especies de su tamaño. Hábitat: bosque y las ribera. Sobresale su comportamiento territorial, incluso fuera del período reproductivo, con una postura agresiva: levanta la cola, abre las alas y hace ostentación del intenso color del pecho; las hembras defienden su territorio en la época no reproductiva, hecho poco frecuente en el mundo de la ornitología. A mediados del invierno tiene lugar la formación de parejas; el macho espera en su territorio la llegada de una hembra a la que corteja; formada la pareja, la consorte construye el nido enarbustos, raíces de árboles, cavidades o en montones de madera con materiales vegetales y tapiza el interior con plumas y crines; puede realizar tres puestas que incuba durante dos semanas exclusivamente la clueca; las crías, nidícolas, son alimentados por ambos progenitores a base de invertebrados, bayas y semillas; aprenden pronto a volar.
A intervalos cortos su canto melódico es un gorjeo musical muy melódico, parecido al del ruiseñor; se escucha en la ribera del Esla desde marzo hasta octubre durante casi todo el día, camuflado en la vegetación. Suele estar infectado por la pulga dasypsyllus gallinulae.