(accipiter gentilis), campeón del Bajo vuelo, cazador forestal.
Su territorio es bastante extenso; cada pareja domina una porción de bosque de la ribera del Esla (chopos, sauces, alisos, fresnos) o de monte del sureste leonés donde las principales especies son la encina y el quejigo.
Los adultos presentan colores pardo ceniza, oscuro en la parte superior, blanquecina en zonas inferiores, barradas en oscuro; patas largas amarillas; iris amarillo-naranja; alas cortas redondeadas y fuertes que le permiten volar entre el espeso ramaje del soto.
Comienza la construcción del nido en los primeros días de febrero, en lo más espeso del bosque; las llamadas a la pareja son constantes; la superficie del nido está tapizada de hojas verdes que se renuevan frecuentemente hasta que las crías abandonan el nido. A finales de marzo comienza la puesta de 2 a 5 huevos de color verde claro algo más grandes que los de gallina; el macho aporta piezas a la familia; a los 40 días de la eclosión abandonan el nido y posteriormente se independizan.
En su cazadero actúa fundamentalmente en horas crepusculares, se desplaza silencioso, en vuelo rasante, sorteando árboles y zarzas; en ataque alcanza una velocidad de 100 km. hora; su larga cola, muy móvil, le permite girar en ángulo recto; en el rincón más apartado, despluma o despelleja al animal capturado que puede ser un mamífero ( turones, conejos, liebres…) o aves (perdiz, palomas, ánades…).
Su réplica en pequeño es el gavilán (accipiter nisus).