(mustela nivalis)
Se trata de la especie más pequeña de la familia de los mustélidos. La mostolilla es un carnívoro solitario alargado, rápido y vivaz con un cuerpo diseñado para moverse por las galerías y madrigueras de ratones y topillos; cabeza aplanada y ojos pequeños; extremidades y cola cortas; en la cara presenta pecas rictales o yugulares; mantiene el pelaje invariable durante todo el año; acusado dimorfismo sexual en la longitud corporal y en el peso. Se protegen en matorrales y bajo piedras. Se aparean en abril y paren tras cinco semanas de gestación de tres a cinco pequeños con los ojos cerrados y un peso de tres a cuatro gramos. Antes del mes ya comen carne; a partir de la novena semana el grupo familiar se rompe y las crías se independizan. Es un mustélido territorial; el tamaño de los territorios varía mucho entre individuos y en las distintas estaciones; hay territorios que se solapan con los vecinos.
Selecciona el hábitat por la abundancia de micromamíferos: roedores, pájaros, huevos, insectos… La captura y muerte de la presa se prolongan durante minutos; una vez que ha mordido a su víctima no la suelta aunque la arrastre; puede abatir piezas entre cinco y diez veces su peso.
Su índice metabólico es muy elevado, esto significa que necesita mucho alimento. La comadreja puede ser presa de ratoneros, lechuzas, gato montés, gineta; sus crías están en peligro ante el lagarto ocelado y las culebras. El hombre ha perseguido a este pequeño mustélido en zonas rurales sin tener en cuenta su papel benéfico en el control de roedores. Tienen una esperanza de vida en torno al año.
