(apus apus)
Vive en Europa, África y Asia Meridional; su hábitat es aéreo; frecuenta las zonas urbanas y rurales; inverna en África Ecuatorial; es de costumbres sociales. Mide 17 cm. de largo; su plumaje, de color negro, es muy resistente; el pico también es negro, el mentón, blancuzco; alas falciformes y cola bifurcada; solo se posan para incubar y cebar a los pollos; desde que las crías abandona el nido no dejan de batir las alas: come, duerme e incluso copula en el aire; sus patas se han atrofiado, de ahí su nombre científico “apus” es decir, ápodo, sin pies, únicamente los utiliza para agarrarse a las paredes; si por accidente cae al suelo sus pequeñas patas y largas alas le impiden volar. Se alimenta de insectos e invertebrados voladores, auténtico plancton aéreo, que captura en vuelo.
En mayo aparecen en nuestra comarca; forman alocados carruseles y estrepitosas algarabías; suelen ser fieles a su lugar de anidamiento; no alcanzan la madurez sexual hasta el segundo año de vida; solo tienen un período de reproducción al año: la hembra pone dos o tres huevos blancos en un nido ubicado en grietas de muros y piedras o debajo de tejas; tras 18 días de incubación de la pareja nacen los polluelos que son cebados por los padres; si escasea el alimento los pollos caen en letargo por unos días; tardan un poco más de un mes en volar, actividad que no interrumpirán a lo largo de los 21 meses siguientes. Esta especie tiene aptitudes de adaptación, señalamos dos: letargo durante unos días tanto crías como adultos si escasea el alimento y capacidad para enfrentarse a situaciones climáticas adversas (reaccionan desplazándose antes de que llegue una fuerte borrasca a su zona).
