(circus pygargus)
A partir de marzo comienza a aparecer esta rapaz diurna en nuestra zona tras la invernada africana; para salvar el estrecho de Gibraltar no necesita la ayuda de las térmicas; mide unos 45 cm. En esta especie se da un acusado dimorfismo sexual: su mayor contraste radica en el color ya que en la hembra predomina el marrón rojizo en plumaje y en ojos, en cambio el macho presenta una tonalidad gris ceniza, que se blanquean por la parte inferior del cuerpo, con una franja negra en la mitad del ala, rémiges externas negras, ojos amarillos, pico negro, con cera amarilla y patas del mismo color. Ambos géneros están dotados de largas alas y cola, grandes tarsos y cuerpo pequeño.
Su técnica de caza consiste en deslizarse flotando sobre trigales y matorrales, peinando las espigas más altas en vuelo rasante para sorprender a alguna presa: anfibios, reptiles, avecillas, saltamontes, pequeños mamíferos… Formada la pareja tras complicadas y espectaculares paradas nupciales en el aire y delimitado su territorio la consorte deposita de 4 a 5 huevos blancos manchados de marrón en una pequeña depresión del suelo oculto en el cereal. Solo ella incuba y lo hace tras depositar el primer huevo, por este motivo los polluelos eclosionan escalonadamente y la diferencia de tamaño puede desencadenar el cainismo (el pollo más fuerte mata y devora al más débil). Ante depredadores terrestres las crías solo cuentan con un recurso disuasorio: se hinchan ahuecando las alas, a la vez que emiten fuertes bufidos; frente a las cosechadoras nada pueden hacer