La cigüeña blanca o común (ciconia ciconia) sigue siendo la especie más precoz de nuestra zona en los movimientos migratorios pues abandona este lugar de cría a principios de agosto y regresa a partir de diciembre para realizar una nueva puesta.
Con la caída en 1.956 de la vieja iglesia y su torre dio la impresión de que la ausencia de la zancuda se prolongaría durante un largo tiempo pero las esperanzas volvieron de nuevo el mismo año ya que el 23 de setiembre se colocó la primera piedra de un nuevo templo en el centro del casco urbano que, levantado con la formidable participación de los vecinos, pudo ser inaugurado en setiembre de 1.958. No obstante la pareja de cigüeñas no fijó su residencia en la localidad (hubo intentos fallidos de hacerlo en la torrecilla del Reloj de Villa) hasta que con la traída de agua corriente a la población a mediados de la década de los 70 se levantó un depósito de abastecimiento.
El regreso reproductor de la especie se ha ido materializando, en principio, en tres edificios de desigual altura y entorno. El primer nido construido en 1.976 lo ubicaron en el tejadillo circular, junto al pararrayos, del depósito de agua, en lugar céntrico; año tras año el cigüeño y la cigüeña fueron criando ininterrumpidamente en él pero a principios del 2.010 el nido se desplomó sobre el tejado arrancando el pararrayos; reparado el percance las aves reconstruyeron el nido en el mismo lugar y siguen criando hasta nuestros días.
El segundo lo construyeron a comienzos del 2.004 en una de las dos paredes de un palomar en ruinas en el camino de Belvís; todos los años eclosionaron cigoñinos pero a principios del 2.021 se derrumbó esa pared y construyeron el nuevo nido en la esquina de la que quedaba; sacaron un polluelo que se cayó al suelo cuando tenía aproximadamente un mes; los padres lo alimentaron durante otros treinta días sin que ningún animal silvestre del entorno (lobo, zorro o jabalí) dieran cuenta de él; cuando pudo volar se reintegró al nido.
Aunque la Torre de la nueva iglesia se inauguró en 1.999 ninguna pareja se decidió a construir su nido en ella hasta el 2.010 y desde entonces no han fallado ninguna temporada.
Actualmente estas tres parejas que eligieron elementos constructivos del hombre están en el proceso de incubación. De la única pareja criadora tradicionalmente en edificio (la iglesia vieja) se ha pasado a tres, un gran avance pero hay más.
Los siguientes cuatro lugares de Villafer escogidos por la cigüeña común para sus nidos están ubicados en el arbolado y todos también se encuentran en proceso de incubación. El cuarto nido construido en el 2.010 sobre un tocón de álamo rachado por el viento lo ubicaron en la Huerta de Los Álamos y está asociado al de una pareja de garzas reales. El quinto lo construyeron en el 2.018 en un chopo del país y se encuentra, igual que el sexto, en la margen derecha del Esla en la pradera de la Barca o Paleriza. El sexto en el 2.020 en otro chopo del país; por fin el sétimo construido sobre un álamo entre febrero y marzo de este año se ubica en La Alameda.
En conclusión: durante el siglo XXI se constata una progresión notable de la cigüeña blanca, una intolerancia a parejas de la misma especie y el cambio del hábitat urbano al arbolado; tan solo admiten la vecindad de varias especies de pequeños pájaros que crían en los entresijos de los nidos de las zancudas como el gorrión común, el gorrión chillón, el gorrión molinero y el estornino negro.