Pasadas las bulliciosas Fiestas Patronales de Villafer con los efectos visuales, sonoros y fumígenos de la tradicional demostración pirotécnica nocturna junto al puente y la arrolladora respuesta juvenil comarcana a la atracción musical de Renovation Experience de Ricky Galende, la fauna local normaliza su vida precisamente debajo de este puente (monumento patrimonial de obra civil), en el sector de los Pontones de unos 200 metros de longitud.
Bajo esos pontones permanece un brazo muerto de río separado del cauce ordinario del Esla por una escollera de tierra reforzada protegida por la vegetación autóctona; sobre esta escollera, muy de mañana, una corza con su cría se detienen antes de pasar bajo el puente; al ser fotografiadas desde el vial peatonal, temerosa, se vuelve hacia atrás seguida por el corcino.
La abigarrada vegetación que rodea el agua estancada de este brazo o manga es muy variada. Chopos, alisos, sauces (paleras), pequeños nogales, fresnos; plantas trepadoras como el lúpulo; herbáceas: corregüela mayor y uvas del diablo; plantas acuáticas: espadañas, carrizo, esparganio y lirio de agua. Pero, además, prospera una hidrófita flotante: la lenteja de agua con sus hojas lenticulares de verde oscuro. Precisamente buceando en estas aguas que se mantienen por filtración del cauce contiguo del Esla hacen sus cacerías periódicamente las nutrias. Sorprendemos a una de ellas, también temprano, en sus capturas del invasor cangrejo rojo, cubierta en parte por la omnipresente lenteja de agua.