grullas21

Durante varias jornadas de la primera quincena de febrero bulliciosas bandadas de grullas comunes (grus grus), formadas por innumerables grupos familiares, han usado los campos abiertos de labor de Villafer como comedero recorriendo los rastrojos de maíz para alimentarse antes de su próximo regreso al norte de Europa para la crianza. Posiblemente utilicen como dormidero la cercana Reserva Natural de la Laguna de Villafáfila; las condiciones meteorológicas frenarán o estimularán su migración.

Con una envergadura alar de 180 a 240 cm. avanzan con vuelo lento, potente, elegante, con batidas de alas acompasadas; sus largos cuellos y patas estiradas dibujan distintas formaciones a la vez que emiten potentes trompeteos de gran alcance, reclamos muy sonoros al servicio del gregarismo propio de la etapa de invernada.

Posados los bandos en los solitarios rastrojos de maíz de los Barriales del Sol escudriñan el suelo con sus iris rojos para escoger el alimento caminando majestuosamente pues son aves grandes y esbeltas con una altura hasta 115 cm. y un peso entre 5 y 6 kg.; devoran vegetales, granos de maíz, invertebrados y pequeños vertebrados; corretean mostrando su plumaje gris ceniza uniforme más oscuro hacia el extremo de las alas y el penacho de plumas colgantes a modo de cola en los adultos. Sin depredadores diurnos en la zona siguen mostrándose esquivas de ahí su lejanía evidente en la foto obtenida por Juanjo.

 

grullas21b